domingo, 1 de febrero de 2009

Aforismos II

AFORISMOS II
MIGUEL OSCAR MENASSA
-El hombre vive acorralado por sus propias pasiones que, a veces, son tristes.
-Estábamos locos, locos, pero vivos, vivos.
-Una alegría: poder reinar sobre las palabras ya pronunciadas.
-Un bestia sangrante de la mera dolencia. El siglo agoniza, no yo.
-Una experiencia límite: Volver a vivir, nuevamente, toda mi vida, pero con el dinero de otros.
-Poco a poco me iré liberando de todo, de casi todo. No del amor, mas sí de su intolerancia.
-En poesía, no sólo quiero dejar una gran herencia, sino que quiero gozar, yo también, de esa herencia. Comenzar a gozar ya mismo de mi poesía y ese goce será parte de la herencia.
-Las cosas tienen que hacerse de una manera iluminada, todo el reverso de la canción debe ser del poeta.
-En cuanto a cierta sabiduría sobre el amor, nunca pude tener ninguna. Cada vez que estuve al borde de conseguirlo, siempre hubo un silencio, arrancado de raíz por un torbellino.
-Poesía hoy soy feliz y te lo digo con sencillez extrema: Vuelo a tu alrededor blancas camelias perfumadas.
-Poesía, joya descuartizada para que a todos tocara su milagro.
-La única manera de dejar de hacer cuentas es gastar 5 y ganar 10.
-Te amo como se aman los espantapájaros, por su utilidad y, al mismo tiempo, su inmensa quietud.
-En poesía siempre estoy perdido, verdaderamente, perdido y, a la vez, seguro de estar en el camino correcto. Todo lo que sea para la poesía, será para mí.
-Todo el mundo me habla mal de todo el mundo, yo no les creo pero ya estoy pensando mal de todo el mundo.
-Con la mujer todo lo hice porque ella lo quiso. Cuando ella no quiso, no pasó nunca nada.
-Cuando alguien habla todo el tiempo de la caca que es, claramente quiere que todo el mundo sea de caca, es decir a su medida.
-Hay y no hay de todo, en todas partes yeso es bueno saberlo.
-Todo el mundo encuentra su destino y se vuelve ciego frente a él.
-España, actualmente, es un país sin Sociedad Civil. Nadie piensa en el bienestar de nadie. A la larga ni siquiera en el bienestar propio.
-Ella a veces, es una extraña búsqueda de dolor. Cuando nos estábamos por encontrar, ella prefirió la crueldad del silencio.
-Enfrentarse, aunque me pase a mí, es una manera burda, torpe, de sentir el cuerpo.
publicados en la revista 2001 noches en el número 40

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