viernes, 30 de enero de 2009

cartas a la luna I

Cartas a la luna



Vivir sin vivir en mi
Y de tal manera espero
Que muero por que no muero

Vivo ya fuera de mi
Después que muero de amor
Por que vivo en el señor

Que me quiso para si
Cuando el corazón le di
Puso en el letrero que
Muero por que no muero.

Santa Teresa de Jesús















Prólogo


Parecería que dos puntos que viajan a ninguna parte y atados al infinito del universo ,no tendrían que haberse encontrado ,si no fuese por que esos ,se ataron a palabras que pudieron más que ellos
Ahora yo como sujeto humano que soy y como tal manejado a su antojo por la palabra ,me permito la locura de este tiempo para escribir ,quizás una carta diaria ,que me permita acercarme a un punto que no se mueva fugaz y poco a poco se me haga finito.

Que me permita , que las mariposas que siento en mi estómago no levanten su vuelo ,ya que entonces además de loca ,si ya levito, digan me ustedes que futuro tengo en este térreo mundo .
Las cartas las dedico a todos aquellos que se atan al amor pudiendo esta palabra mas que ellos y en especial a dos locos que además aman el amor .



Carta Primera:
Me levante esta mañana ,todavía con el calor y el rubor de una sonrisa en mi rostro, dirigiéndome al correo ,como quien espera misivas de un vaquero a caballo por que su caballero cabalga a mil ejércitos de distancia y las noticias aunque llegan, le resultan insuficientes.
Ahí estaba ,y entre el vacío dejado por la noche, unas cortas pero intensas palabras ”Buenos días Dulcinea, hoy me levante con deseos de enfrentarme a los molinos de viento como si fueran caballeros y esperando que a mi regreso ,anudes en mi brazo tu pañuelo”.
Que si hay ataduras todas sean como el pañuelo de Dulcinea , me temo en este caso, que quedaron ambos atados a las palabras que fueron dictadas no por el paso del tiempo ,ya que el tiempo no es más que aquello que nos empeñamos que sea .

Pero aquella noche era cálida pese a que el invierno apenas había anunciado su retirada ,pero ya las flores que se asoman tímidas y entre un mullido césped dando cobijo a amantes de otros tiempos ,de nuevos tiempos ,de etéreos cuerpos que atrapados entre las letras de miles de palabras se puede gozar, ellos no tienen ninguna duda ,por mas que a lo largo de la noche hubieran deseado que el lenguaje fuera el de su piel , y que ésta fuera la que poco a poco y con la tersura del momento les fuera hablando aunque el lenguaje de las palabras no fueran el que usaran ,si no el del deseo , y que las palabras no salieran de su boca solamente para ser atrapadas por el roce de otros labios devorando las , lamiendo cada letra como si fuera la última vez en la vida que degustaran sus cuerpos.

Salían y entraban en un movimiento que rítmicamente se les iban imponiendo en cada frase ,por momentos aire y por momentos fuego ajenas a la conciencia de otros tiempos y en un estado de total abandono a los sentidos , apenas roto por un leve gemido y por un instante de desear mas de lo permitido.

¿Cómo se controla un volcán impidiendo que la lava fluya por las laderas de una montaña entre las depresiones y los escuetos pero rectilíneos montes ,pareciendo abrirse paso irremediablemente, sabiéndose impotentes de lo que se les avecina y claudicando ante tal alarde de fuerza y sintiéndose grandiosos en su pequeñez ?.
Y¡ dejarme ser loca! ,por que, eso, me exime de responsabilidad ,ya que los locos no saben de realidades ,viven gozando con el cambio de las mismas, viven no viviendo en ellas , pero sabiendo que están y que los momentos de locura son eso, momentos .

Quiero ser loca si como loca puedo salir de un cascaron donde solo se puede ver en plata, y ahora he visto mi iris recubierto de azul agua a borbotones y mi corazón de un púrpura encarnado ,como me puedes decir ahora que tengo que vivir en plata .¿Cómo hago con este cuerpo de mujer impaciente ,que arde por espacios tricolores ,donde los límites parecen abrocharse y donde la luz no lo será si no por que atravesó mi cristalino para verte?.
Me ataré a la plata pero solo si la plata me permite abrazar un arco iris donde tu mirada se halle en el azul de mis momentos .




Carta segunda
El medio día ya era un hecho sin remedio, el sol comenzaba a imponer un calor de finales del mes de abril, cayendo pero sin ninguna prisa y dejándose en cada rayo un amarillo calor inenarrable.

Sentía su presencia, sentada ,junto a los barrotes grises azulados del balcón y los infértiles rosales que se empeñaban en cohabitar con una enredadera y cintas de flores de color malva ,y entre la mezcla de suelo, tierra y agua, sostenida por evanescentes ladrillos de un rojo infame, y sobre una silla de virginal color me hallaba.
Suspendida ,no se ,en tantas cosas suspendida, mas que por no saber la lección ,por que aún sabiéndola y de memoria ,me empeñé en no seguirla .

Parezco hallarme arrastrada ante una fuerza que me lleva hacia dos caminos bifurcados, el de la mas honda felicidad y el de la más honda desesperación ,el primero por que siento que floto cuando me tocas y ni siquiera tocaste mi piel, por que vibro por un deseo que nunca sentí y recorre cada uno de los poros de mi piel colándose y mezclando se como si de una crema de aloe se tratara.

Y el segundo por que desespero anclada entre la distancia y la culpa , una distancia que por mas larga que es no hace mas que acercarme y una cercanía que lo que hace es alejarme ,y entre ambas distancias una inusitada e incolora sustancia de amor que no sabe como ni donde tomar corporeidad.



Carta tercera

La tarde parecía reclinar aunque tan sólo marcaba la mitad del tiempo ,pero ya se presagiaba su caída , la luz seguía siendo fuerte y vigorosa y los rayos del mal llamado sol cargaba su lento caminar de un día que estaba abocado a morir pasto de la noche y tentado por una luna que se empeñaba en hacer incesantes guiños al astro rey ,pero que estaban condenados a no encontrarse.
Y entre mi sol y tu luna nos fuimos creciendo , como orugas en primavera que esperan que su capullo crezca para volar, como mariposas sin mas tiempo que el tiempo del aire y sin esperar mas que la luz de salida y la oscuridad de una incierta llegada ,y tu y yo en distintos capullo pero con insaciables ganas de ser mariposas y volar al rincón de otros tiempos, que por ser soñados no fueron menos .
Se que el salir del capullo me dará vida ,aunque la vida, no es dada si no un préstamo y por momentos tal préstamo requiere de un precio que ha de ser pagado ,y el precio lo dictan un grupo de duendes sin casa de chocolate y sin una Blancanieves que les alegre la vida ,duendes hospedados en árboles de frondoso pelaje y troncos robustos que son donde habitan al cobijo de las inclemencias de un bosque, que por más que se empeñan en explorar no terminan de conocer ,o quizás ,que cada día el bosque en sus retinas cobra un nuevo matiz.
Me senté junto a la raíz de un olivo y me agarré fuertemente ,para intentar coger algo de su fuerza ,intentando huir de las evanescentes calles de una ciudad acústicamente contaminada , y frotaba la misma con el ánimo de quien acaricia y rasca un animal de compañía esperando en respuesta un suave ronroneo en su decir que ponga de manifiesto ,que algo de lo que tu dabas te fue devuelto en forma de murmullo.
Ya eran dos luces las que bañaban la estancia crepuscular una de puro encarnada rayaba con la locura de la tarde y otra de un mas azul corpóreo se empeñaba en que la noche y con ella la luna bailaran en una nueva estancia , y entre tu rojo y mi azul ,la noche fue cayendo ,pero no por egoísta, simplemente con el pretexto de que el día pronto tuviera su efímero y pequeño espacio entre los marrones y los verdes de los prados donde me hallo.
Ya la noche se abre paso a otra luz donde mirar al cielo nos hace ver pequeñas bombillitas en la suspensión de la nada y atadas a ninguna corriente humana ,eso sí, con la estricta colocación de quien las hubiera puesto para mandarnos un mensaje que todavía no fuimos capaces de descifrar, perdiéndonos en conexiones que de muy poco nos valen ,pues mañana muy mañana y cuando a luz ya no sea mas que un vago recuerdo, entonces y solo entonces , te escribiré para dar existencia a las constelaciones que esperando con el ansia de quién cerró los ojos preso de los brazos de Morfeo por que su resistencia ya se le hacía vana y el abrazo era tan cálido y protector.
Y ahora y ya dormida y sin luces en suspensión que me aten la mirada ,soñaré con tu
regreso amable caballero para que protejas mis sueños.



Carta cuarta:
Quemé Las naves que en otros tiempos me llevaron por los mas bellos parajes y las quemé no tanto por que fueran viejas si no mas bien por que me resultaban inservibles , ya no me trasportaban ,ya no me ofrecían el movimiento liviano que en otros momentos tanto añoraba ,ahora las naves permanecían inmóviles ,fijas y obsoletas como si el combustible que las dirigía hubiera dejado de hacer combustión en sus entrañas, que ya las conexiones de encendido dijeron que gastaron sus baterías y hasta el aceite se negó a lubricar tan magno engranaje que en otro tiempo lucía lozano y con el lustre al brillo del sol.
No se si ardieron en un momento de irremediable calor fatuo, o lo hicieron poco a poco y lentamente ,consumiéndose sin el mantenimiento que da el saber que el preciado oil no faltará nunca ,pero nunca es un tiempo sin límite finito o finito en el siempre y entre ambos y sin abrochar ninguno navegaban mis naves.
Que estar en un cuerpo que no te pertenece no es tortura si no goce ,y notar que no controlo las aristas de mis cumbres norteñas ,donde el sol y poco a poco caldea el valle de mi centro con un agua templada que alimenta otro cuerpo ,dando a mi piel brillo y frescura, que no puede ser con mayor belleza que la que tus manos moldeas mi lecho ,como si de un tamiz de barro fresco con la dureza de un hacerse consistente, con la ternura de quien hace galletas de mazapán, con la frescura de quien sonríe ante lo nuevo, con la pasión de un moldear en cada vez para que sin ser ,sea otro a cada momento .
Y descubrir que no te hallé ,que con un gran regusto te fuiste filtrando entre la dermis de mi decir ,y entre palabra y palabra construimos cuerpos en el aire de sus labios y mis mieles ,palabras que actuaban dando paso al imposible de sus cuerpos, para ahí y no siendo ,y ahí y no dando por que el amor no se tiene y no se da por que el ser amado al igual que ser amante no posee tal amor ,no posee ,ni su cuerpo por que no es ,ni el cuerpo amado ,ya que este es la prisión de barrotes invisibles con la mas dulce de las condenas por venir.
Que entre tu cuerpo y el mío un abismo de palabras por llegar, que harán de la distancia un sinuoso camino que nos acerque y cuando lleguen y ya de vuelta ,recorreremos otro que nos haga de nuevo ,vívidos en el desear.
Si lo sexual no se adscribe a la palabra ,dime entonces como y cada noche noto en cada letra un recorrido por mi dorsal osamenta, como en cada beso se secan mis labios para demandar otro, como podría dejar de temblar sin palabras ,aunque estas fueran sordas ,fueran ciegas, fueran mudas, como dejar de jugar con cadenitas de significantes que me acercan al finito que tarda en limitarse por que hoy no me dijiste que lucia lozana y bella, a pesar de que mi cara y mi cuerpo eran presas del cansancio yo me abroché a tus palabras y dejé que el ojal de la vida se ajustara a mil y un botones diferentes ,y que en cada abrochar ,fueras tu el botón que me limite.



Cartas infinitas......

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